miércoles, 23 de enero de 2013

DOS OPCIONES

 TENES 2 OPCIONES:

O TIRAS LA TOALLA 

Y RENUNCIAS 





O LA USAS PARA 

SECARTE EL SUDOR 

Y SEGUIR ADELANTE!

miércoles, 16 de enero de 2013

¿Qué es?


Comparte, aprende, crece...

                        ¿Hasta qué punto somos capaces de compartir?


Quizá este vídeo nos muestre algunas ideas sobre lo que deberíamos mantener y no perder jamás.


Experimento Comparte - Acción contra el Hambre

EL RATÓN Y LA RATONERA



Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete. Sintió emoción pensando que era lo que contenía.

- ¿Qué tipo de comida puede haber allí?. Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera.

Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos:

- Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!

La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levantó la cabeza y dijo: – Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, mas no me perjudica en nada, no me incomoda.

El ratón fue hasta el cordero y le dice: – Hay una ratonera en la casa, una ratonera!

- Discúlpeme Sr. Ratón, mas no hay nada que yo pueda hacer, solamente pedir por usted. Quédese tranquilo que será recordado en mis oraciones.

El ratón se dirigió entonces a la vaca, y la vaca le dijo: – Pero acaso, estoy en peligro?… Pienso que no, es más estoy segura que no.

Entonces el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.

Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra veloz mordió a la mujer. El granjero la llevó inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre. Todo el mundo sabe que para reconfortar a alguien con fiebre, nada mejor que una sopa.

El granjero agarró su hacha y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero. Pero la mujer no se curó y acabó muriendo.

Y el granjero entonces vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.

MORALEJA: la próxima vez que escuches que alguien tiene un problema y creas que como no es tuyo no le debes prestar atención.... habría que pensarlo dos veces.

DESCONOCIDO
No renuncies sólo porque las cosas 


se pusieron difíciles.



Recuerda: si vale la pena,


no será tan fácil.


HACER O NO HACER

Lo que hagas, aún con miedo, podrá salir bien o mal.

Lo que no hagas por temor, siempre será un fracaso.

Un gesto de honradez, cuestión de actitud.


El atleta keniano, Abel Mutai, medalla de oro de los 3.000 obstáculos hace cuatro meses en Londres, estaba a punto de ganar la prueba cuando, al entrar en una pista donde estaba la meta se creyó que ya había llegado , aflojó totalmente el paso y, relajado, comenzó a saludar al público creyendo vencedor. Lo que le venía detrás, Iván Fernández Anaya, al ver que se equivocaba y se paraba una decena de metros antes de la pancarta, no quiso aprovechar la ocasión para acelerar y ganar. Se quedó a su espalda, y gesticulando para que la entendiera y casi empujándolo, llevó al keniano hasta la meta, dejándolo pasar por delante.

Iván Fernández Anaya, un corredor vitoriano de 24 años que está considerado un atleta con mucho futuro (campeón de España de 5.000 metros en categoría promesas hace dos años) afirmó al terminar la prueba: "Aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el Europeo, no me habría aprovechado. Creo que es mejor lo que he hecho que si hubiera ganado. Y esto es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes , en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo vale, un gesto de honradez va muy bien ".

EL FRACASO


CORAJE




Gracias …

Gracias …
por dedicar su tiempo en visitar esta página, 
por los comentarios, 
por estar...
¡¡Les deseo un 2013 lleno de emociones, de las buenas, con mucha alegría, amor y por sobre todo salud!!


"Abriremos el libro. Sus páginas están en blanco. 

Nosotros mismos pondremos palabras en ellas. 

El libro se llama Oportunidad, y su primer capítulo

es Día de Año Nuevo" 


Edith Lovejoy Pierce

Detrás de las palabras "Hola" y "Hasta mañana" ...


"Cuenta una historia que un empleado trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.

Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte.
De repente se abrió la puerta. El guardia de seguridad entro y lo rescató.

Después de esto, le preguntaron al guardia: ¿a qué se debe que se le ocurrió abrir ésa puerta sino es parte de su rutina de trabajo? Él explicó: "llevo trabajando en ésta empresa 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide de mí en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible. Hoy me dijo “hola” a la entrada, pero nunca escuché - “hasta mañana” - Yo espero por ese "hola, buenos días", y ése "hasta mañana" - cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mí, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que lo busqué y lo encontré”.

Aleccionadora no?, un detalle tan sencillo como saludar y despedirse amablemente, puede ser determinante en cualquier momento.

CUANDO LAS COSAS VAYAN LENTAS...


Cree

Cree lo suficiente en lo que haces, 

para que no te afecte lo que dicen los demás.

DIFICIL . . .

DIFICIL es la palabra a la que a veces nos aferramos para NO intentar lo Posible.

CUANDO ME AME DE VERDAD


Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aún sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.


 Charles Chaplin

LA PRISIÓN DEL ODIO

 Dos hombres habían compartido injusta prisión durante largo tiempo en donde recibieron todo tipo de maltratos y humillaciones.
Una vez libres, volvieron a verse años después. Uno de ellos preguntó al otro.
-¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros?
-No, gracias a Dios ya lo olvidé todo -contestó-. ¿Y tú?
-Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas -respondió el otro.
Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo:
-Lo siento por ti. Si eso es así,significa que aún te tienen preso.