El primer paso puede ser una tarea aterradora, especialmente cuando no sabemos a donde nos conducirá el siguiente, pero aún así, no permitas que el miedo te detenga. Si lo haces, te perderás la oportunidad de descubrir donde desemboca tu camino. Avanza con confianza, disfrutando de cada pisada, cada aliento, cada logro. Aprende de cada piedra con la que tropieces, valora cada persona con quien te cruces, agradece la compañía de quien camine a tu lado porque todo tiene una razón de ser, todo esta ahí, incluso los golpes y decepciones para guiarte a tu verdadero destino. Por eso, no mires cuan largo es el camino, solo anímate a dar el primer paso.
Andrea Ranu
muy buena reflexión
ResponderEliminar