sábado, 15 de mayo de 2010

¿Que te perdiste de ver hoy?

PERCEPCIÓN




. . . Algo en qué pensar. . .



Una mañana fría de enero en 2007 en una estación de subte de Washington DC: El hombre con un violín interpretó seis piezas de Bach durante unos 45 minutos. Durante ese lapso, aproximadamente 2 mil personas pasaron por la estación, la mayoría de ellos camino al trabajo. Pasados unos 3 minutos un hombre de mediana edad noto que había un músico tocando. Aminoró la marcha y se detuvo por breves segundos, luego se apresuró para cumplir con su horario.



4 minutos más tarde:

El violinista recibió el primer dólar: Una mujer tiró el dinero en el sombrero y, sin detenerse, continuo caminando.



6 minutos más tarde :

Un joven se apoyó contra la pared para escucharle, luego miró su reloj y comenzó a caminar otra vez.



10 minutos después :

Un niño de unos 3 años de edad se detuvo pero su madre lo llevaba a los tirones con rapidez. El niño se detuvo para ver al violinista otra vez, pero la madre tironeó más fuerte y el niño continuo caminando, con los ojos puestos en el violinista... Varios otros niños hicieron lo mismo. Cada padre, sin excepción, obligó a sus niños a seguir adelante rápidamente.



45 minutos:

El músico tocó en forma continua. Sólo 6 personas se detuvieron y escucharon por un rato. Aproximadamente 20 personas le dieron dinero pero continuaron caminando a su paso normal. El hombre juntó un total de U$32.



1 hora:

Terminó de tocar y el silencio se hizo presente. Nadie se dio cuenta. Nadie aplaudió, ni hubo reconocimiento alguno.



Nadie lo supo, pero el violinista era Joshua Bell, uno de los máximos músicos del mundo. Él tocó una de las piezas más intrincadas alguna vez escritas, con un violín que vale $35 millones de dólares. El día anterior Joshua Bell vendió todas las localidades en un teatro de Boston donde cada asiento promediaba los U$100 .



Ésta es una historia verdadera. El Washington Post- como parte de un experimento social acerca de la percepción, el gusto y las prioridades de las personas- hizo que Joshua Bell tocara de incógnito en la estación de subte. . .

Si no tenemos un momento para detenernos y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo, que interpreta la música más delicada, con uno de los instrumentos más bellos alguna vez hechos.



¿Cuántas otras cosas nos estamos perdiendo?

¿Cuántas personas especiales nos pasan por al lado y no hacemos nada por conocerlas?

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