Aunque a veces pareciera que el tiempo de cosecha nunca llega,
No desesperes. Todo llega.
Planta una semilla y observa su crecimiento :
¿Necesita tierra firme? Si, para asentarse
¿Necesita de la lluvia? Si, para alimentarse
¿Necesita del calor del sol? Si, para asomarse.
¿ y Nosotros, que necesitamos?
Exactamente lo mismo: firmeza, calor, lluvia…
La firmeza son nuestros valores, nuestra fe, nuestra esencia.
La lluvia…
Algunas veces viene en gotas de vida que nos refrescan
Otras, llega en forma repentina y torrencial, con rayos y truenos.
Seguramente recordas mas esas tormentas oscuras
que nos hacen sentir abrumados y sin fuerza para soportarlas .
También nosotros, como las semillas necesitamos del sol,
Podríamos interpretarlo como nuestra familia y nuestros amigos
Como aquellos que nos apoyan y acompañan,
Quienes nos alientan y nos dan esa palmadita en la espalda.
Segui observando… una semilla necesita de algo fundamental
Algo que los “humanos” no tenemos en cuenta, o escaseamos,
Se trata de TIEMPO, nada más ni nada menos.
Cuan ansiosos estamos siempre por ver los resultados
Que nos ahogamos en la primera lluvia,
Que nos quejamos hasta del sol.
La impaciencia nos lleva a creer que no “va a poder ser”
Que todo está perdido,
Que nada tiene sentido
Cuando en realidad el secreto está en creer y esperar.
Si lo pensas, todo en la vida tiene un balance:
un poco de sol por acá.
Un poco de lluvia por allá.
Todo tiene un porque
Por eso, no desesperes,
Mira la semilla crecer
Y seguir su ejemplo:
De perseverancia .
De fuerza,
De tiempo.
De vida.
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